Una vez
que la compañía tenga sus alternativas y haya decidido cuál es el mejor diseño,
debe implementar y controlar el canal elegido. La administración del canal debe
seleccionar, manejar y motivar a los miembros individuales del canal y evaluar
su desempeño con el paso del tiempo.
Selección
de los miembros de canal
Los productores
varían en cuanto a su capacidad para atraer intermediarios de marketing
calificados. Algunos productores no tienen problemas para asociarse con
miembros del canal, otros tienen que trabajar duro para conseguir suficientes
intermediarios calificados.
Al seleccionar
intermediarios, la compañía debe determinar qué características distinguen a
los mejores, debe evaluar:
Los años que lleva en el negocio cada miembro del canal.
Que otras líneas trabaja.
Tamaño y calidad de su fuerza de ventas.
Si el intermediario es una tienda de venta al detalle que quiere distribución
exclusiva o selectiva, la compañía tendrá que evaluar la clientela, la ubicación
y el potencial latente para crecimiento futuro de la tienda.
Motivación de los miembros del canal
Una vez seleccionados, los
miembros del canal deben ser motivados constantemente para que realicen el
mejor esfuerzo. La compañía no solo debe vender a través de los intermediarios
sino también con ellos.
La mayoría de los productos ve a
sus intermediarios como clientes, y socios de primera línea. Se debe practicar
una sólida administración de relaciones con los socios (PRM) para forjar
sociedades a largo plazo con los miembros del canal. Esto desarrollo un sistema
de marketing que satisface las necesidades tanto a la compañía como de sus socios
de marketing.
Para administrar sus canales, la compañía
debe convencer a los distribuidores de que, para tener éxito, es mejor trabajar
juntos como parte de un sistema de entrega de valor cohesivo.
Evaluación de los miembros del canal
El productor debe verificar con
regularidad el desempeño de cada miembro del canal contra estándares, como
ventas mínimas, niveles promedio de inventarios, tiempo de entrega a clientes,
tratamiento de mercancía dañada o perdida, cooperación en los programas de promoción
y capacitaciones de la compañía, y servicio al cliente.
La compañía debe reconoce y
recompensar a intermediarios que se están desempeñando bien y agregan valor
para el cliente. Quienes se desempeñan de manera deficiente deberán recibir
ayuda o como último recurso reemplazarse. La compañía podría “recalificar” a
sus intermediarios y sustituir a los más débiles.